La mala vida
He hipotecado mi libertad a 30 años con vistas al mar
descubrí tarde
que la felicidad se estropea
cuando aún quedan 10 plazos por pagar
mi amo no usa látigo
y me deja llamarle Don Ramón en lugar de jefe,
mientras me sodomiza sobre la mesa,
la postura del misionero
la dejo para mi marido
cada domingo antes del partido,
siempre que tenga tiempo entre hacer la cena y la colada.
Y mi madre?
Contenta de ver que no elegí la mala vida.....